25 sept 2024

Entre Gallos y Medias Noches

Donde gané la primera de las pocas y rápidamente frustradas carreras que he ganado fue en la parte de atrás de la antigua catedral de adobes y tapiales cuando se realizaba una actuación de mi escuela primaria chulucanense al llamado de la profesora de quién llega primero gana para reemplazar como segunda voz a uno de un dúo que no había llegado a la celebración de un día de las madres y lo hice bien aunque las hijas de un vecino me dijeron que en vez de cantar parecía que había estado rezando el Padre Nuestro y no paraban de decírmelo desde esa bendita actuación y cada vez que me encontraban entonaban al unísono el rezo Padre Nuestro que estás en los Cielos en medio de risotadas y "cantaste muy bien Marcelo" tan bien dicho que al inicio me las creía hasta ya después de un tiempo darme cuenta que sonaba un poquito a burla evitándolas aborrecido siempre sin lograrlo porque vivían cerquita de la casa donde yo vivía y recuerdo que eran algo así como diez hermanas tantas que era inevitable toparme diariamente con alguna de ellas que me lo repetía y no me quedó más que aguantarlas hasta ir a estudiar luego a Piura donde fue la siguiente vez que gané otra carrera cursando el quinto de primaria en el colegio Salesianos de la Iglesia María Auxiliadora cuando el inolvidable personaje Supervisor de Disciplina del colegio el Padre L nos dijo con su voz eternamente fuerte y clara que los primeros en formar detrás de él integrarían el coro del colegio haciendo por milagro que saque fuerzas de no me imagino dónde y conseguir estar entre los veinte participantes peleándome el primer lugar con uno más gordo que yo a quien le decíamos "Chopipo" y que justo era mi mejor amigo del que no me separaba ni para los ensayos que eran rigurosos y disciplinadísimos como todo lo referente al sacerdote que a la más mínima falla en lo que sea era para esconderse atrás del con minúsculas "don sata" pidiéndole que nos defienda del con mayúsculas "PADRE" porque en esos momentos de corrección y disciplina ningún santo de los buenos nos acudía y no nos acudieron ni siquiera en aquel día del debut del coro en la misa dominical cantando cantos tan magistrales cuanto nos los exigía con todas las voces siguiendo la dirección de su batuta hasta yo soltar un sófero gallo en pleno levante de voz que desentonó toda la interpretación y el sabelotodo del cura por primera vez en su vida se equivocó y sin dejar de mover el palo ese con la derecha apuntó con la izquierda acusadora a mi queridísimo amigo Chopipo pensando que había sido él y con una mirada de esas profundas y tenebrosas le dejó entender un mensaje como diciendo "luego nos vemos" sin faltar a dicho encuentro porque su filosofía se basaba en que él era infalible y lo que creía decía y se hacía y se cumplía sin que ni al cura ni a mi nos importasen las explicaciones de mi amigo que más bien hacían que mi soberbia me diga que yo cantaba bonito y que se elevara todavía más al pináculo de lo ridículo en la casa de mis tíos que me hicieron creer que además de jugar bien al fútbol también cantaba mejor porque a la hora del baño me soplaba a todo volumen por lo menos tres canciones de mi repertorio que decían les gustaban y les creí como creí aquella vez cuando ya en el Salesianos Don Bosco de Castilla anunciaron que una profesora de música haría la selección de alumnos para entrenar y los buenos quedarse integrando el coro de la ciudad haciéndome la fanfarrona ilusión brillar mis ojos más que luciérnagas y proponerme a ganar un lugar en esa prueba de canto que fue realizada después de enfrentar una fila de muchachos que daba la vuelta a la manzana para terminar en la sala interior de una casona donde estaba la susodicha dedilarga sentada al piano dándole indicaciones al siguiente de la fila para que imite con su voz el sonido de las teclas que ella pulsaba lo que hice sin problemas hasta la segunda o tercera y en las teclas altas parecía que me tapaban la respiración y mi garganta era un coliseo de gallos de pelea en pleno campeonato que no importaban nada a la flacuchenta dedilargos quien no me dio tiempo a tomar aire y ni siquiera a mostrarle mi sonrisa de deme otra oportunidad y su grito "el próximo" retumbó como una patada invisible en mi trasero que me arrojó fuera de la sala directamente a la salida del local donde estaba una puerta que daba estratégicamente a un callejón lateral y sin un gracias que faltó poco y otra vez será como por arte de magia ya me encontraba en la calle toreando los carros para que no me atropellasen y buscando la ruta más larga para ir a casa a patita calculando que el tiempo en llegar fuese el suficiente para enjugar mis lágrimas que no lograban enfriar el calor de mi rostro y despintar mis cachetes de rocotos "coloraos" haciéndome sentir tan mal o tan defraudado o tan engañado o tan desilusionado o tan embaucado o tan espantado o tan frustrado o tan burlado o tan retractado o tan malogrado o tan agobiado o tan acobardado o tan abrumado o tan atemorizado o tan disgustado o tan azarado o tan acongojado o tan aterrado o tan apesadumbrado o tan traicionado o tan fallado o tan decepcionado hasta de mis propios tíos a quienes el gran cariño y amor que les tenía no fueron suficientes para evitar pensar que ellos no sabían nada de música o sólo me lo decían para darme ánimo y levantarme la moral con esos buenos corazones que siempre tuvieron hacia mí lo que también hizo que en casa mis baños diarios pasen a ser semanales y se volvieran más rápidos y sin conciertos en la ducha sin que me interesasen más cuanto eran músicas y canciones que colgué el hábito holgado a mi medida y perdí el respeto con el coro de las misas dominicales donde aprendí a solamente mover la boca simulando cantar sin pronunciar sonido y con un terrible resentimiento hasta conmigo mismo que duró mucho tiempo hasta desaparecer de golpe siendo más grande cuando gané la tercera de mis importantes y frustradas carreras esta vez acompañado del cuchufletas reconchesuagüela del "también con minúsculas cupido" con su flecha clavada por primera vez en mi "CON MAYÚSCULAS PECHO" cuando al susurrar una canción a un oído súper archi recontra bienquisto y dilecto y respetado y considerado y favorito y predilecto y estimado y apreciado y adorado y querido y amado y admirado y exaltado e iluminado e idolatrado e iluminado y exaltado y admirado y amado y querido y adorado y apreciado y estimado y predilecto y favorito y considerado y respetado y dilecto y súper archi recontra bienquisto idolatrado me respondió con palabras tan hermosas que quedaron grabadas más que en mi mente detrás del esternón que cantaba bonito y que parecía un gallito haciéndome sentir que mi estima estaba siendo recuperada y yo hecho un camote morropano más dulce que sangre de diabético chulucanense disfrutando de ese canto y de ese encanto por desgracia por poco tiempo hasta quedar sólo en el creer y no creer ya que por encima del arroz que me tiró nunca más me lo dijo y si eso de gallito fue porque estaba bonito o porque era un gallo mismo que cacareaba quedándome otra vez tan mal o tan defraudado o tan engañado o tan desilusionado o tan embaucado o tan espantado o tan frustrado o tan burlado o tan retractado o tan malogrado o tan agobiado o tan acobardado o tan abrumado o tan atemorizado o tan disgustado o tan azarado o tan acongojado o tan aterrado o tan apesadumbrado o tan traicionado o tan fallado o tan decepcionado y tan adolorido de otra patada en el trasero que no me quedó más que continuar cacareando como gallo mismo que soy hasta hace pocos días al ver esta foto prehistórica que me enviaron y que comparto y que me ha hecho pensar y picotear como un gallo mi comida en el baúl de mis recuerdos y tesoros sin acabar de los que diariamente me jacto y con mucha arrogancia me alimento viviendo todas estas cosas que no son del pasado sino del presente porque si fueran cosas del pasado las hubiese olvidado y he decidido lanzarlas al aire en forma de pensamientos a ver si a algún enamorado o flechado o conquistado o engolosinado o interesado o aficionado o chalado o amartelado o conquistado o encariñado o prendado o acaramelado o seducido o apasionado o huevo frito propanololadicto cucharón como el mío le pueda interesar saber que los dolores y frustraciones pasados pueden hacernos vivir o elevar el significado de la hermosura de la vida hasta alturas no imaginables y que sólo por el canto y encanto de la música somos capaces de aceptar sin dejar de amar o tomar una simple hoja y garabatear sin puntos ni comas usar no como la vida misma que es como ella jode haciendo pausas que nunca quise emplear sino que todo como un sólo caminar y sin temer a que no te entiendan con el solo consuelo que sepan que estás vivo y que eres feliz quedando sólo cantar o escuchar y aún no digo Amén porque tendría que acabar y un punto colocar

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